Hoy no tengo ganas de escribir. Pero no voy a ahorrar este espacio. Me pregunto ahora para que estamos aquí. Parece que por capricho de la naturaleza. Aparecimos de la nada y nos hemos desarrollado hasta tener conciencia.
Con toda una serie de artilugios que nos permiten captar muchos estímulos. Y con un aparato que genera emociones. Nos levantamos por la mañana y estamos activos durante todo el día, luego llega la noche y descansamos desconectando todos los sentidos.
Nos reproducimos produciendo máquinas capaces de vivir alrededor de 70 años superando muchas de nuestras propias creaciones. Todo a base de reacciones químicas. Frustrante simplicidad esencial.
Hemos llegado a la punta de la escala evolutiva y no imaginamos algo superior. Nos creemos que lo que no vemos no existe.
Y yo asisto maravillado a todo este invento. Haciéndome muchas preguntas reflexiono y hoy más convencido que nunca: Somos productos del azar.
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