jueves, 31 de agosto de 2006

Inocencia

En aquel edificio se respiraba un aire limpio. Sus habitantes no sabían del mundo de los ruidos. Las puertas eran de cristal y dejaban ver el interior de cada piso. Cuando una persona necesitaba ayuda siempre algún vecino tenía los recursos necesarios para asistirlo. Reinaban la tranquilidad y la calma. Todos hablaban en voz baja, no sentían la necesidad de subirla. Pero en estos tiempos se enfrentaban a un gran problema. Estaban construyendo al lado un edificio que les iba a robar la luz. Habían visto los planos y se trataba de una rara construcción. Los simientos no eran otra cosa que las raíces más fuertes de los árboles de la ciudad. El nuevo edificio crecería por su propia cuenta. Y devoraría toda la luz. Nuestros vecinos estaban obligados a encontrar inmediatamente una fuente alternativa que les suministrara el precioso combustible. Necesitaban convivir con aquellas raíces antes de que se les marchitara la flor. ¿Qué harían? Pues lo más sencillo: buscar en el interior. Pero entonces tendrían que descifrar el viejo enigma: Superarás a tu amor. Y el tiempo corría. En eso apareció el niño. Levantó sus brazos. Y miró a su alrededor. Rompió su cristal. El inviolable cristal. Y su pequeña luz prendió.

miércoles, 30 de agosto de 2006

Ying y Yang

El aparentemente no se conocía. Veía cosas que lo confundían. Solía cumplir con todas sus obligaciones. Pero en ocasiones lo hacía de mala gana. Se responsabilizaba con cada deber. Pero al mismo tiempo dejaba para otro día las pequeñas cosas. Intentaba ser justo con aquello que veía. Pero a veces era demasiado severo. Amaba la verdad. Y en ocasiones censuraba pensamientos que aunque propios, se alejaban de ella. Intentaba seguir las convenciones sociales. Pero en su intimidad se rebelaba con lo impuesto. Era muy inteligente. Y manipulaba, a veces inconcientemente, la realidad. Le gustaba actuar amablemente, queriblemente. Y de repente caía en la hipocresía. Quería ser hermano de todo ser humano. Pero de repente actuaba con mezquindad. Conocía muchos aspectos de este mundo. Y a veces discutía sin darse cuenta de que contradecía su propia sabiduría. A veces soñaba con sentirse poderoso. Y no se daba cuenta de que a veces el poder incita a la violencia. Coqueteaba con su propia honradez. Y de repente se veía en el orgullo. Deseaba poseer algunas cosas. Y esto lo llevaba a sentirse avaricioso. Deseaba tener fe. Y al mismo tiempo temía caer en el fanatismo. Así era, así soy, así somos.

martes, 29 de agosto de 2006

Me gustas cuando callas

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y
mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado y parece que un
beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, te pareces a mi
alma, y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás
como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes desde
lejos, y mi voz no te alcanza: déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio claro como una lámpara, simple
como un anillo. Eres como la noche, callada y constelada. Tu silencio es de
estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como
ausente. Distante y dolorosa como si hubieras muerto. Una palabra entonces, una
sonrisa bastan. Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Pablo Neruda

lunes, 28 de agosto de 2006

A veces me sorprendo

A veces me sorprendo transitando los múltiples senderos de este hermoso
jardín de claridades, donde cada palabra se me ofrece en total desnudez, como
una amante abandonada al juego de mi boca. Son esferas de luz, tan diminutas en
su hermetismo mágico, que hay que rasgar su iris clausurado para diseccionarlas
y penetrar lo oculto. Es nuestro corazón lo que está en juego, nuestro aliento
quien late en esa llama viva que trasciende. Porque al final, ¿qué somos...?
Verbo en sazón, palabra enamorada
Pedro Javier Martínez

Casi todo lo que pongo aquí que no es mío procede de aportes que se hacen en oasig, esta vez fue Mayte la que nos regaló esta hermosa poesía. Mayte casi siempre me sorprende. Estas cosas alimentan mi sed, en esta vida que a veces es un desierto. La vida es al mismo tiempo un jardín de luz. Aprovechemos, de lo que nos ofrece, lo malo para aprender y lo bueno para disfrutar.

domingo, 27 de agosto de 2006

Huída de fantasmas

En medio del silencio se recibe un mensaje positivo. Llega del otro lado de la galaxia. Ha atravesado el cielo y llega sin síntomas de daño. El reloj vuelve a marcar las horas, comienza la evolución. Las hebras del espíritu se tensan. Y se iluminan para mejorar la visión. El halo penetra la memoria y busca señales del olvido. Donde había cicatrices se observan huellas de ilusión. Los elementos vibran con el hallazgo. Los fantasmas se alejan. Y puntos extremos del infinito se preparan para recibirlos. Allí se les tiene preparado un baño purificador. Cada uno lleva en su caja las lágrimas de cada llanto. En sus rastros van quedando los gemidos. Todavía debemos estar alertas. Para eso se preparan las guardianas estrellas. Algún fantasma puede violar las señales de prohibición. Hay que tratar por todos los medios que la nueva conciencia eche raíces. Raíces tan profundas como la altura del primer grito. Vuelve a surgir el arcoiris. El sol ilumina lo mejor de su cara. El ambiente recobra su calidez. Renace la esperanza. Los ciclos continúan como si nunca hubiera pasado nada. Las flores siguen reteniendo lo mejor de su perfume. Aromas que se preparan para la verdadera calma.

sábado, 26 de agosto de 2006

Madre Gaia

Gaiar, un habitante más de Gaia, planeta azul, como los mares. Planeta donde crecen, en tierra fecunda, las frutas más dulces de toda la galaxia. Frutas que alimentan al resto de sus habitantes. Habitantes que miran al cielo y se hacen preguntas. Gaiar observa, también mira al cielo, y también pregunta. Los ríos son testigos, tienen la experiencia de la montaña, el llano, y lo profundo del mar. Gaiar controla el hielo, se alimenta de las frutas y le teme a la sal. La cuarta dimensión discurre, fluyendo sin parar. Y todas las miradas se dirigen hacia el mismo lugar. Gaiar se inventa sortilegios, quizás aquel lugar no existe, necesita de la luz aquí y ahora. Gaiar soy yo, eres tu y somos nosotros. Disfrutemos de este hechizo sin esperar aplausos, antes de volver a las bambalinas. Gaiar es niño, mujer y hombre. A cada instante suena la campana, hora de tomar la esencia de Gaia, de ponernos la corona, y ejercer nuestra ley. Gaiar obedece los mandamientos: no sufrirás, no temerás, no llores, sé feliz, canta y disfruta. Gaia te premiará con dulces emociones y buenos sentimientos. Y así será hasta los confines de aquella dimensión. Porque Gaia, tu diosa, te protege.

viernes, 25 de agosto de 2006

Estrellas de la mañana

Parece que esta llegando el fin de la noche larga. No sabemos que tiempo queda para que amanezca, pero si no nos equivocamos estamos empezando a divisar las ultimas constelaciones. En el barco todos se visten de fiesta, cada uno luce su propio color, aportando un brillo de buenos augurios. Las aguas lucen quietas, y por algunos instantes parece que se abren evitando los surcos. La tormenta de ayer dio paso a la calma de siempre. El desespero cedió a la confianza. En la superficie algunos se asoman a los charcos, y sorprendidos se encuentran una nueva mirada. Ahora sueñan con llegar a puerto, donde les espera el próximo barco. Los de verde terminan los arreglos. Algunos analizan el inicio, ¿cómo se destapó esta gran tormenta? quieren describirlo bien en su diario, para nunca jamás olvidarlo. Otros se preguntan si existen mares seguros. Algunos desistieron de tomar el próximo barco. Puede que haya quien esté impaciente por saber el nuevo itinerario. Lo que sí nadie olvidará es el punto geográfico en que todo se desencadenó. Al final todos agradecen la rotura. Solo llevan siete días de travesía. Nadie sabe cuantas estrellas faltarán.

jueves, 24 de agosto de 2006

Cuestión de peso

El quería llegar a la superficie. Sabía que tenía que desprenderse de varios lastres. No sabía cual era el más pesado. Aquellos lastres eran especiales, si no se liberaban en cierto orden el resto podía duplicar su peso. No tenía idea de cual debería ser el orden. Pero había uno que tenía un feo color. Él lo veía claramente. El color que adquieren las cosas cuando llevan mucho tiempo sumergidas. Ese lastre contenía todos los elementos que se forjan con el maltrato. A partir de recetas con ingredientes terrenales y del alma. Alimentos amargos como el veneno. Él sabía que en la superficie los olores eran diferentes. Pero sus manos, enfundadas con guantes impermeables, no estaban seguras de cual era la mejor manera de obrar. Quizás necesitaba un baño en profundidad de tales productos. O puede ser que debía emprender una búsqueda del verdadero significado de una palabra. Perdón, ¿sería suficiente? Perdón sincero, ¿quizás? Verdadero perdón, ¿eh? El ahora le dice que es muy necesario. Algunos ruidos le recuerdan aquel sabor. De momento debe aprender a convivir con esos ruidos. Mucho mejor si es antes de que se extingan. Debe haber alguna manera. El tiempo corre. Tiene que darse prisa.

miércoles, 23 de agosto de 2006

Renacimiento

Luchaba por alcanzar la claridad. Pero se lo impedían algunas máscaras. Temía que los demás descubrieran quién era en realidad. Quizás sus amigos eran amigos de otro. Quizás en vez de ayudar en realidad lo que hacían era perjudicar. Ellos pensaban que le daban la mano a uno y en realidad quien la recibía era otro. El recibía las fuerzas sin saber que en realidad no eran las que más le ayudaban. Y en vez de acercarse a la iluminación se adentraba en túneles oscuros. Quizás para él era una suerte no hacerse determinadas preguntas. Pero nunca se sabe si un día sentirá cierta necesidad. Lo abrumarán las palabras. Y tendrá que organizarlas frente al espejo. Si hay suficiente fuerza algún destello surgirá. Y caerá la venda. Entonces recobrará sentido la palabra sinceridad. Y desde entonces aprenderá a cuidar lo que nunca ha dejado de ser. Verá el diamante que lleva dentro. Y bastará con eso para que no necesite otro tipo de fuerzas. Para que valore lo único que se tiene. Y no le importará que los demás vean. Y pase lo que pase seguirá siendo él. Algunos le pedirán que no cambie. Que siga adelante sin mirar hacia atrás. Que nunca se canse. Otros, pocos, o muchos, querrán que vuelva a confundirse...

martes, 22 de agosto de 2006

Temperatura y dolor

La respuesta fue afirmativa. Sus miembros dejaban de sentir la temperatura. Le quedaba su sentido fino del tacto. A veces molesto, pues el contacto con las sábanas lo hacía despertarse en medio de una ola de suavidad. Sobre todo cuando se soñaba desnudo en el río. Su realidad de repente le parecía contradictoria. Y era justo cuando penetraba en una cueva de algas. Sintió que aquellas plantas le resultaban demasiado familiares. Despertaba y volvía a la realidad de sus miembros, que habían perdido parte de su sensibilidad. Y entonces se daba cuenta de que el río no era ni frío ni cálido. Para algo bueno tenía que servir su nueva capacidad. Aunque no estaba del todo seguro. Ya no podría sentir el frío del suelo precisamente cuando se levantaba al ver su sueño interrumpido. Tampoco sabe qué otra cosa superflua hubiera querido sacrificar. Quizás hubiera querido una sordera selectiva de cierto rango de frecuencia. Lo que no imaginaba era que le esperaba una sorpresa desagradable. Y aparentemente complacido se comenzó a balancear. Desnudo, en su habitación. Sin nada que proteja su cuerpo. Totalmente despreocupado. Fue entonces que tropezó y descubrió lo que era verdaderamente el dolor.

lunes, 21 de agosto de 2006

Amor propio

En definitiva no sé lo que es el amor. O lo que es lo mismo, tiene muchas facetas. Es más fácil comprender cuando algo se aleja del amor. Quizás es difícil convencer a quien cree sentir necesidad de amor que en realidad lo tiene. Quizás en realidad siente esa necesidad. Pienso que a veces se repara más en lo que no se tiene. Y surge la envidia. Y la envidia es una muestra de inconformidad. Con lo bueno que sería conformarse con aquello que nos dieron los dioses, y con lo que uno mismo ha sido capaz de lograr. Y para lograr cosas realmente importantes basta con creer en uno mismo. Claro que es más cómodo sentarse a esperar que las cosas caigan del cielo. ¡Pero mira lo que digo, esto lo sabe todo el mundo! Pues a mi a veces se me olvida. Y por eso empezaba por el amor: es importante tenerse amor a uno mismo. Y es importante creerse que uno es maravilloso. Pero no engañarse justificando las cosas malas. La verdad está ahí, inalterable. Es bueno hacer algo por alcanzarla. Lo más objetivamente posible. Y cuando se me olvida todo esto es cuando me siento más vacío. Es cuando pierdo la poca imaginación que me ha tocado. Y a mi, la mínima imaginación me alimenta.

domingo, 20 de agosto de 2006

Pequeñas cosas y grandes

Y sigo echando palabras. Esta vez sobre lo que tenemos y lo que no. Pues si en realidad tenemos algo llega siempre un día en que irremediablemente lo perderemos. Si enumero las cosas que tengo empezando por las que más aprecio y preguntándome porqué es que las aprecio, pues creo que me costaría trabajo. No creo que tenga suficientes explicaciones para convencerme de mi apego a cualquier cosa. Y bueno, ya esto es independiente de que en general sea fácil convencerme o no. Y es que cuando más de una vez lo has perdido todo no es difícil disminuír la querencia a las cosas. Claro que para mi hay cosas importantes. Sobre todo las más básicas. Y las que me recuerdan algún tipo de sentimiento. Pero sí que siempre dudaría al intentar ponerles un sitio en una lista. Hay otras que nunca he tenido y siempre me han llamado la atención. No se ahora si son muchas o pocas. Todo esto es lo que pienso hoy, si mañana me toca la lotería no dudo que la cosa cambie. No dudo que la lista de necesidades se incrementaría. Y quizás pierda algunos de mis encantos. Por mucho que los quiera conservar. De lo único que estoy seguro es de que no tengo más de lo que yo mismo soy.

sábado, 19 de agosto de 2006

La vela

La vela permanece prendida mientras platicamos. Testigo silente de nuestras
intimidades. No importa el sexo no importa el como, el...Cuando? el donde?
Destila cera y hace una base sobre la mesa. La vela esta flameando mientras
nosotros… todos nosotros platicamos en diferentes momentos, en diferentes tiempo,
platicamos... somos nosotros… seguimos platicando y la vela sigue escurriendo.
Mientras la mesa sigue acumulando cera, tiempo, espacio, vivencias,
sentimientos, temores, amores, confesiones... Nosotros seguimos escuchando esa,
la música mas adecuada a nuestro ser, a nuestra plática, a nuestro diario
convivir a nuestra diaria manera de vivir. Mientras mas cera se acumula, mas
amistad, mas se enriquece, mas plática, mas confusión... mas sentimientos, mas
conocimiento del uno por el otro... mas cera... mas nosotros... simplemente
nosotros. Ahora esa vela crece y sigue sola alimentándose de su ser, hecha a
mano y forjada con nuestros sentimientos... la vela sigue. Algunos no la conocen
de vista... no saben que existe pero saben lo que significa... en donde estén,
no necesitan verla, tu, tu, tu y tu... saben que son parte de ella. Y seguiremos
nosotros con ella, porque es parte nuestra es parte de tu ser, de mi ser, del
ser... porque yo soy la vela, quizás tu o tu o tu o quizás nadie... es una
mezcla de todos nosotros que lleva en alto el valor y el sentimiento de nuestro
ser. Es una mezcla que vivo, sufro, me alegra… me enriquece y siempre me hace
sonreir porque se que es parte de mi… porque se que aunque no tengamos luz, ni
música, ni siquiera un pobre vaso o un espíritu por el cual sonreir o decir
salud… siempre estamos ahí, aun cuando tu nunca te hayas sentido parte de eso...
creemelo, estas ahí. Mientras tanto, mientras el tiempo pase… felices,
deprimidos, solos, acompañados, añorando, disfrutando... contigo, conmigo, con
todos o quizás sola... esa vela sigue ahí y ahí seguirá creciendo gracias a
todos ustedes... gracias por ser esa vela que ha iluminado mi vida a través del
camino. A todos ustedes, a los que he amado... a los que he adorado, a los que
he temido, respetado, insultado... A todos aquellos y aquellas que se han
detenido un minuto de su vida en estar conmigo... son parte de esta vela.
Gracias, soy lo que ustedes me han enseñado a ser... la base de esta vela...
Adorar, admirar, amar, sufrir, que se yo… ustedes gente de todos los días…
especial a cada momento, nunca se dejen caer... Siempre estaremos adelante, al
frente, arriba sonriendo… Aunque tengamos lágrimas en los ojos. Mil gracias por
su luz y por la cera que aportaron a mi vida. Hasta siempre. Los dueños de esta,
la vela mía y suya.
Autor desconocido
Colaboración de Anaisha Pomel
Recibido a través de Mayte

viernes, 18 de agosto de 2006

Cómo se mide la vida

Para: Un gran amigo
De: Un gran amigo
La vida no se mide anotando puntos, como en un juego. La vida no se mide
por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros. No se mide
según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa
sólo. No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número
de personas con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie. No
se mide por las personas que has besado. No se mide por la fama de tu familia,
por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar
donde estudias o trabajas. No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres,
por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música
que te gusta. La vida, simplemente, no es nada de eso... La vida se mide según a
quién amas y según a quién dañas. Se mide según la felicidad o la tristeza que
proporcionas a otros. Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas
que traicionas. Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o
como un arma. Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere
decir o hacer, sea dañino o benéfico. Se trata de los juicios que haces, porqué
los dices y a quién o contra quién los comentas. Se trata de a quién no le haces
caso o ignoras a propósito. Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y
de la venganza. Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti,
de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas. Se trata de si usas la vida para
alimentar el corazón de otros. Tú y solo tú escoges la manera en que vas a
afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. Hacer un amigo
es una gracia.Tener un amigo es un don. Conservar un amigo es una virtud. Ser un
amigo es un honor y un privilegio.
Colaboración de Felipe Rojas
Recibido a través de Mayte

jueves, 17 de agosto de 2006

Renacerás

Cuando caminando tu vida encuentres siempre la misma piedra, llévala
contigo. Cuando pierdas un amigo cuando menos lo esperabas, consuélate por
haberlo tenido. Cuando la injusticia te deje desvalida sin aliento, vuelve a
creer. Cuando ¡amaste tanto! hasta perder la piel y te inunde un diluvio, seca
tu alma al sol, te perteneces. Cuando seas pájaro herido, busca cobijo,
descansa, cura los sueños de tus alas, vuelve a volar. Cuando tu día se vuelva
noche, no desesperes, busca las estrellas. Cuando sientas ya tu existencia
eterno invierno como un árbol sin savia; recuerda que la primavera siempre trae
hierba fresca. Aterciopelarán rosas tu mirada. Estará tu eterno manantial en el
prado de tu vivir, sólo tienes que reconocerlo y
Renacerás....
Xenia Mora

miércoles, 16 de agosto de 2006

Ventana de fantasmas

Los dioses quisieron que no me quedara a medias con mis emociones. Desde las más agradables hasta las que están en el otro extremo. Siempre fue así pero nunca reparé en ello a pesar de ciertos llamados de atención, hasta que vino el veredicto. Desde ese momento nada ha vuelto a ser igual. Ahora las vigilo. Y soy conciente de ciertas tendencias destructivas. Al mismo tiempo intento cultivar lo mejor de este fenómeno. Y dibujo mi imaginación con el recuerdo de algunas vivencias. Pero me sigue importando poco la imagen. Me doy cuenta, y creo que en este blog se nota bastante, que tengo la puerta abierta. Dejando que entre el viento y alimente la inocente esperanza. Pero al mismo tiempo estos cinco minutos se han convertido en una especie de confesionario. Al día siguiente releo y lo cierto es que no recuerdo haber querido cambiar una sola palabra. A veces yo mismo me estremezco con lo que he escrito. A veces mis propias palabras alimentan mi espíritu. Es como si ahora algo me esté dictando lo que necesitaré leer mañana. Surge lo bueno y lo malo. Es una manera de exponer mi naturaleza a quien me lee y a quien se atreve a responder. Y también de enfrentarme a mis propios fantasmas.

martes, 15 de agosto de 2006

Preguntas al viento

Y sigo preguntando. ¿Donde radican los sueños? ¿Es verdad que existe una primavera eterna? ¿Quién inventó los colores? ¿En qué consisten las sensaciones? ¿Cómo aprendió a madurar la fruta? ¿Hay olor en las estrellas? ¿Para qué la música? ¿Y las emociones, siempre hay que controlarlas? ¿Porqué a veces nos sentimos emprender el vuelo? ¿Aquellos sitios, porqué son preferibles a otros? ¿Dónde se almacena el conocimiento? ¿Porqué me considero especial? ¿Cómo es posible que se relacione la altura con lo magnífico? ¿Qué hago yo aquí? ¿Porqué pocos responden a mis preguntas? ¿Y el placer, siempre está relacionado con lo negativo? ¿Quién castiga con malos sueños? ¿Qué es la conciencia? ¿Cómo es la maquinaria de los pensamientos? ¿Se ama solamente una vez en la vida? ¿Estamos condenados al sufrimiento mientras no aprendamos a vivir en paz? ¿Cuando vivamos en paz es cuando sabremos cuál es nuestro papel en la vida? ¿Porqué hay quien disfruta quemando? ¿Cuántos misterios guarda la noche? ¿Debo perdonar a quienes me hicieron daño para poder estar en paz conmigo mismo? ¿O es que debo estar en paz conmigo mismo para poder perdonar a quienes me han hecho daño?

lunes, 14 de agosto de 2006

Ante lo inevitable

Hoy ha sido otro día de hospital, por suerte breve, y el resultado positivo, las flores que pensé que irremediablemente compraría pronto tendrán que esperar. Y me veo hablando de esto tan fríamente...
Y no, no es un tema nada frío para mi, es la causa de mi mayor sufrimiento. Tantas cosas han pasado por mi cabeza. Y sobretodo la duda de si sufro por mí o por ella. Quizás alguien con experiencia en este tipo de cosas me pueda decir.
Aunque una amiga me acaba de decir que hay que ver cuales son los patrones adecuados para juzgarse. Y yo creo que todo surge en mi de forma natural. Por eso no sé si una respuesta de alguien podría tomarla como adecuada.
He tenido pensamientos realmente egoístas. Pero creo que son absolutamente respetables. Son pensamientos humanos. Lo que sí me gustaría saber es cómo actúa el común de los mortales. Me imagino que la mayoría ni se lo plantea. A lo mejor son más felices que yo. Por suerte me comprendo.

domingo, 13 de agosto de 2006

¿Porqué tanta pregunta?

Ya alguien me dijo que no soy el único. ¿Porqué cada día me hago tantas preguntas? Creo que me perdono, pero al mismo tiempo dudo de que sea así. Por suerte este es un problema conmigo mismo.
Pero al mismo tiempo me pregunto si es verdad que me importa poco lo que piensen los demás. No debe ser así, pues si algún amigo mío me hace una crítica seguro que no me dará igual. Ya ni que decir de los jefes.
Lo que sí tengo claro es que no me importa lo que piense Dios, si es que existe. No creo que haya ser más grande que nosotros mismos. Y por tanto somos tan bellos como quisiéramos ser. Entonces, el problema está entre yo y el espejo.
Me veo grande y al mismo tiempo muy poca cosa. Y sigo preguntándome porqué me centro tanto en estas cosas. Cual es esta rara necesidad. Si soy insignificante dentro de este planeta. Planeta que ha surgido quién sabe de dónde. Pero este constante juzgar no me debe hacer bien. Debería no darle tanta importancia.

sábado, 12 de agosto de 2006

Sonrisas

Es difícil determinar a quién más quiero. Ahora mismo son muchos los que me vienen a la memoria. De todos recibo algo que me hace sentir bien. Tampoco es fácil determinar a quién quiero menos.
Algunos me vienen a la cabeza. Pero es cierto que los motivos pertenecen al pasado. Y no tengo presente a nadie que me gustaría que me quiera. No se si esa persona existe. A todos les ofrezco mi mano.
Lo malo es que algunos están muy lejos. De todos me basta una sonrisa. Una sonrisa alivia la peor de las tristezas. Y hay sonrisas que duran para siempre. Hay sonrisas que te hacen sentir el dueño del mundo. Y otras que te hacen comprender que no necesitas otra cosa del mundo. A cambio no ofrezco nada. Simplemente ser lo que soy. Y dejarme querer. Quien lo logre siempre me tendrá. Y recibirá siempre mi sonrisa. Para que cure sus heridas. Para que confíe. Para que sepa que hay buenas personas en este mundo. Para que la luche la sea más leve. Todo para que termine la espera.

viernes, 11 de agosto de 2006

Mundo que gira

Y hoy lo he visto todo de manera diferente. Dándome cuenta cada día más de lo complejo que es este ser humano. Ha resurgido la esperanza. Y vuelve a salir el sol. Es una suerte. Parece ser que los temores eran infundados. Mi perspectiva ha cambiado. Por supuesto que la amenaza sigue latente. Pero creo que aún podemos disfrutar de muchas tardes juntos. Como si no pasara nada. Mis pensamientos se han vuelto más positivos. ¿Porqué será que cambiamos tanto? Una razón puede ser la evidencia, otra la necesidad. Por la noche se producen algunas reacciones que parece que hacen que a la mañana siguiente veamos las cosas de una manera distinta. Por eso es que no puedo ser rígido. No puedo dejarme llevar por los impulsos que me provocan la idea inicial. Debo contar hasta mil. Si acaso hasta cien mil. Debo comprender que las cosas están en constante cambio. Y yo soy el primer ejemplo. Me ha costado mucho trabajo comprender este tipo de cosas. De haberlo interiorizado antes quien sabe si me hubiera ahorrado alguna que otra cicatriz. Lo que veo hoy de una manera cambiará mañana. Y creo que esto lo he pensado ya otras veces. No es malo repasar la lección.

jueves, 10 de agosto de 2006

Materialismo agnóstico

Sin dudas somos muy limitados. Y no es que se nos olvide, es que a veces ni lo imaginamos. Hoy he estado reflexionando sobre eso. Y he llegado a la conclusión de que a veces es mejor respetar ciertas posturas. Aunque yo sepa que la verdad no la tiene nadie. He pensado mucho en aquellos que de alguna manera manejan la palabra "espíritu", incluído yo mismo. Creo que es fruto de nuestra inconformidad, pues con un análisis bastante simple se llega a la conclusión de que no somos más que moléculas organizadas de determinada manera. Pero es que esa conclusión es limitada, porque el análisis es limitado, porque somos limitados. Nadie sabe en realidad si el "espíritu" es un producto de esa organización molecular. Sin dudas las moléculas lo "modifican". El "espíritu" podría ser la manifestación de algo externo que de alguna manera se manifiesta en nosotros. Para mí los seres vivos no son más que máquinas. Somos materia física y palpable, de lo otro, si existe, lo más sincero que podemos hacer es intuír, pero limitadamente, como limitados son los medios "que se nos ha dado". Especular puede cualquiera, para ser místico basta con un poco de tiempo y otro poco de imaginación. La astucia es una buena guinda.

miércoles, 9 de agosto de 2006

Vapor de esperanza

Poco duró el paraíso. Poco nos duró el remanso. Fue bastante poco el tiempo de claridad. Por suerte llegamos a disfrutar todo lo que pudimos. De repente fui yo el que dió un traspié. Y luego el presentimiento. Y el mundo se abalanzó sobre nosotros. No hubo respuesta a mis preguntas. A ti se te removió la fe. Y tardamos en darnos cuenta. Comenzaba a perderte poco a poco. Al principo nos llenamos de pánico. Hasta que supimos que era o que había pasado. Te me escapabas de las manos. Y después tuviste un respiro. Pero ya había un fallo. Solo quedaba llenarse de paciencia. Y calmar estos momentos de agitación. Pretendiendo hacer como que no pasa nada. Pretendiendo vivir como si todo estuviera igual. Pero es que el tiempo pasa inexorable. Y sabemos que es difícil que esto tenga un buen final. Ayer, repentinamente, no te levantabas. Y desde entonces tengo seca mi garganta. Aquí estoy controlando la furia. Intentando seguir con la frente en alto. Bebiendo de este chorrito de agua. Se me escapa la sonrisa. Y no la encuentro en tu mirada. Quizás se nos acaba la diversión. No se si es el momento de perderte. Pero me juro que a veces siento un chispazo de esperanza.

martes, 8 de agosto de 2006

Soneto LII

Cantas y a sol y a cielo con tu canto tu voz desgrana el cereal del día,
hablan los pinos con su lengua verde: trinan todas las aves del invierno. El mar
llena sus sótanos de pasos, de campanas, cadenas y gemidos, tintinean metales y
utensilios, suenan las ruedas de la caravana. Pero sólo tu voz escucho y sube tu
voz con vuelo y precisión de flecha, baja tu voz con gravedad de lluvia, tu voz
esparce altísimas espadas, vuelve tu voz cargada de violetas y luego me acompaña
por el cielo.
Pablo Neruda


Te imagino cantando desde el sol. Te oiré cantar desde el cielo. Pero ahora respira, yo sigo estando contigo.

lunes, 7 de agosto de 2006

¡Seguiré adelante!

Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza. Voy a
seguir dando amor, aunque otros siembren odio. Voy a seguir construyendo, aún
cuando otros destruyan. Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una
guerra. Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad. Y seguiré
sembrando, aunque otros pisen la cosecha. Y seguiré gritando, aún cuando otros
callen. Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas. Y transmitiré alivio,
cuando vea dolor. Y regalaré motivos de alegría, donde sólo haya tristezas.
Invitaré a caminar al que decidió quedarse. Y levantaré los brazos, a los que se
han rendido. Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos
mirará esperanzado, esperando algo de nosotros. Y aún en medio de una tormenta,
por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta. Siempre
habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y mariposas que brinden su
belleza. Pero si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, acércate y
dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa; con eso será suficiente.
Seguramente, me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un
segundo. Ese gesto hará que vuelva a mi camino. Nunca lo olvides...
¡NUNCA!
Autor desconocido
Colaboración de Loly
Recibido a través de Mayte

domingo, 6 de agosto de 2006

Me dicen loco

Me dicen loco... ¿Por qué? ¿Porque soy respetuoso y amable? ¿Porque dejo lo
que no es mío? ¿Porque prefiero llevar la basura hasta llegar a mi casa y no
botarla en la calle? ¿Porque no respondo a insultos? ¿Porque digo lo que pienso y
siento? ¿Porque evito usar artículos desechables? ¿Porque cuando es posible
ahorro luz, agua, etc.? ¿Porque sirvo sin esperar recibir nada? ¿Porque me
traslado a pie o en bicicleta, para evitar la contaminación? ¿Porque no hago lo
que "todo el mundo hace"? ¿Porque trabajo contento y relajado? ¿Porque como
lento, alegre y sereno? ¿Porque me alimento con productos sanos e integrables?
¿Porque escojo el bien común al particular? ¿Porque busco la riqueza interior
más que la riqueza material? ¿Porque no me importa estar a la moda y ni al qué
dirán? ¿Porque prefiero una buena lectura, en vez de ver la televisión o
divertirme con alcohol? ¿Porque prefiero no copiar ni escaparme de clase y ser
ético en eltrabajo? ¿Porque agradezco a Dios por todo lo que esta a mi
alrededor? ¿Porque respondo con una sonrisa a toda situación buena o mala?
Entonces si por esto me critican y me dicen loco, pues lo soy y muy
orgulloso.
Autor desconocido
Colaboración de Juank
Recibido a través de Mayte

sábado, 5 de agosto de 2006

El amor estaba escondido

El amor estaba escondido
como la almendra en la corteza.
Agazapado suavemente,
circulando cálidamente.

Y era preciso detenerlo,
paralizarlo y congelarlo,
encadenarlo en líneas, ritmos,
desarraigarlo de su tránsito,

darle bulto, darle reposo,
encerrarlo en unas figuras
que no sean hija ni madre,
sino materia de amor,

sino parpadeo de estrella
que no se extingue nunca. Llama
salvada de su acabamiento,
hecha presente para siempre.

José Hierro
Colaboración de Mayte

viernes, 4 de agosto de 2006

Invocación

Los humanos se asemejan a los dioses cuando hacen el bien a
la humanidad.
Marco Tulio Cicerón


Hace unos días decía que el amor nos hace dioses. Y lo hice pensando precisamente en algo como esto. Los dioses quisieron que yo supiera que no había dicho nada nuevo. Y no es primera vez que me pasa que pienso, escribo o digo algo que después resulta que ya se había dicho. Por suerte no se ha tratado de nada trascendente, de lo contrario muy mal que la pasaría. Volviendo a este tema una amiga me comentaba que "nos regimos por el egoísmo" y que por tanto hacemos daño, que "no solemos hacer el bien muy a menudo". Y yo intenté contestarle diciéndole que si bien es verdad lo que ella dice yo prefería pensar que hay humanos que no hacen el mal, o que no lo quieren hacer. Si es así... Por favor! Dar un paso al frente!!!

jueves, 3 de agosto de 2006

Gaia misteriosa

Nuestra casa es este planeta. El es el responsable del día y de la noche. A sus leyes nos debemos. Aunque intentemos contemplarlo, no somos más que sus víctimas. Lo más inteligente es entrar en sintonía. No actuar en contra de su corriente. Respetar sus horarios. Y aprovechar su magia. El que no sigue estas reglas, perecerá. Y no perecerá acabándosele la vida, simplemente se perderá las oportunidades. A mis 35 años me voy dando cuenta de ello. Estoy hablando ahora mismo con un amigo acerca del conocimiento y al mismo tiempo me voy dando cuenta de lo admirable que es Gaia cuando la conoces un poquito. Yo intento compartir ese conocimiento. Hace un tiempo dejé de investigarla y ahora me dedico a contemplarla. Y por supuesto, dentro de Gaia están los sentimientos. Me está resultando muy bello. Creo que fue para esto que los dioses me dieron la inteligencia. Así cualquiera tiene ganas de vivir. Gaia me está seduciendo. Siguen intrigándome las fuerzas que rigen todo esto. Pero para saberlo sin dudas hay que tener mucha paciencia. Para ser honestos, no creo en nada. Pero es que nunca se sabe. Y sí que me gustaría ser testigo de la revelación de todo este misterio.

miércoles, 2 de agosto de 2006

Utilizando la voz

Y decimos tantas cosas. Sin parar. Echamos al viento todo lo que tenemos dentro. Lo malo y lo bueno. Y nos quedamos luego preocupados o simplemente relajados. Pero a veces es necesario. Podemos hacer mucho bien.
Podemos hacer crecer lo mejor de quien nos escucha. Y a veces cautivamos. Si fuera así siempre... Pero es que a veces hacemos daño. Lo sabemos bien. A veces sin darnos cuenta. Pero basta con pensar en lo que hemos dicho.
Sin engañarnos. Incluso podemos hacer mucho más daño del que nos imaginamos. Y algunos nos inquietamos. Otras veces en vez de decir, cantamos. Y podemos dar mucho cariño. Cantando lo más soñado.
Y soñando lo que cantamos. Lo mejor es que sea en un coro. Y sentir el canto del de al lado. Emprendiendo el vuelo juntos. Hechizando a quien nos escucha. Visitando cada casa. Solo con decir. Emitiendo nuestro sonido. Acariciando. Es lo que quisiera solo intentar.
¿Me acompañas?

martes, 1 de agosto de 2006

El cangrejito volador

Este cuento habla de cambios. De cambios profundos que soñamos con hacer en nuestras vidas pero que por hábitos, costumbres, críticas, temor y algunas otras circunstancias "non gratas", no nos atrevemos a realizar. Preferimos acurrucamos dentro del caparazón de la seguridad y la aceptación aunque éste nos quede pequeño y sintamos que nos está asfixiando, antes que arriesgarnos a recorrer sendas que no conocemos pero que el corazón nos pide situarnos dentro de ellas.

Sin embargo, a veces una vocecita grita muy fuerte dentro de nosotros una y otra vez, hasta que un día nos decidimos a escucharla a pesar de nuestra inseguridad y osamos iniciar un recorrido diferente al que nos han enseñado, porque deseamos empezar a construir el entorno que anhelamos para nosotros.

Así pues, nos ponemos a trabajar con tenacidad en el logro de nuestros sueños una y otra vez. Tropezamos, caemos, nos lastimamos, pero la voluntad nos hace volver a levantarnos, porque nuestros sueños siguen ahí, llamándonos persistentes a su encuentro, y de este modo un día... un día nos despertamos y nos encontramos inmersos en ellos, llenos de alegría y satisfechos al haberlos hecho realidad.

Raquel de Jesús.