domingo, 30 de noviembre de 2008

Vivir sin vivir

La teoría de la ley del mínimo esfuerzo... Se trata de intentar maximizar la diferencia entre lo que se pudiera ser y lo que eres. Se trata de llegar solamente a las metas que sean imprescindibles. Se trata de llegar a niveles extremos de autoengaño. De hacer oídos sordos a lo que te dice el corazón. Se trata de pasar por la vida como si no se estuviera viviendo. De no darle significado a aquellas pequeñas cosas... Respirando y dejando escapar cada segundo sin llegar a saborear todo lo bueno que abarca un solo golpe de vista. Recordando constantemente lo peor de lo que ya ha pasado. Viviendo y dejándose morir. Cansándose antes de saber qué cantidad de energía requiere conseguir lo que se necesita. Restándole valor a los detalles dignos. Es el morir antes de comenzar el intento. Es el miedo a parir cuando la naturaleza nos ha dotado para ello. Es el no arriesgarse cuando es el momento en que la alternativa sería morirse de hambre. El no aprender lo nuevo conformándose con lo viejo. El no enamorarse por temer al fracaso. El no dar amor porque se sabe que no se recibirá nada a cambio. Agarrarse al momento no es el camino de ser eterno.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Valores

Y tu, ¿cuanto vales? Creo que ya lo he preguntado, pero hoy es bueno recordarlo. ¿Lo que piensen los demás? ¿Si te quiere el más grande vales más? ¿No vales tanto si te quiere el más pequeño? ¿El número de los que te quieren? ¿El valor del sitio donde vives? ¿Vales más si vives en una capital? ¿Vales menos si vives en un pueblo? ¿Vales según la ropa que llevas? ¿Si es de una marca conocida vales más? ¿Si tu ropa la hizo tu mamá vales menos? ¿Vales según el brillo de tus zapatos? ¿Vales según los sitios adonde vas? ¿Vales según tu edad? ¿Vales más si te tratan de señor? ¿Vales según el tamaño de tu pene? ¿Vales según el dinero que tienes? ¿Vales más si todo te va bien profesionalmente? ¿Vales según la cantidad de amigos que tienes? ¿Vales más si contra viento y marea logras lo que quieres? ¿Si descubres a todos tus sentimientos, vales menos? ¿Si miras por encima a los demás, vales más? ¿Vales más si prefieres no contar tus secretos? ¿Vales más si mantienes distancia con los demás? ¿Vales más si no reconoces tus errores? Yo creo que todo esto da igual. Yo creo que lo más importante es saber que a todos nos une la igualdad.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Anam Cara

Detrás de tu cara, debajo de tus palabras, por encima de
tus pensamientos, debajo de tu mente, acecha el silencio de otro mundo. Un mundo vive en tu interior. Nadie más puede darte noticias de este mundo interior. Cada
cual es un artis­ta. Al abrir la boca sacamos sonidos de la montaña que hay
debajo del alma. Esos sonidos son palabras. El mundo está lleno de palabras. Son
muchos los que hablan al mismo tiempo, en voz alta o baja, en salones, en las
calles, en la te­levisión, en la radio, en el papel, en los libros. El ruido
de las palabras conserva para nosotros lo que llamamos «mun­do».
Intercambiamos nuestros sonidos y formamos pau­tas, vaticinios, bendiciones
y blasfemias. Nuestra tribu lin­güística cohesiona el mundo diariamente.
Pero el hecho de pronunciar palabras revela que cada cual crea
incesante­mente. Cada persona extrae sonidos del silencio y seduce lo
invisible para que se haga visible.

Los humanos somos aquí unos
recién llegados. Las ga­laxias del cielo se alejan bailando hacia el
infinito. Bajo nuestros pies hay tierra antigua. Fuimos bellamente for­mados
con esta arcilla. Sin embargo, el guijarro más pe­queño es millones de años
más viejo que nosotros. En tus pensamientos busca un eco el universo silencioso.
Un mundo ignoto anhela reflejarse. Las palabras son espejos indirectos que
contienen tus pensamientos. Con­templas estas palabras-espejo y vislumbras
significados, raíces y refugio. Detrás de su superficie brillante hay
oscu­ridad y silencio. Las palabras son como el dios Jano, miran a la vez
hacia dentro y hacia fuera.


John O´Donohue

martes, 11 de noviembre de 2008

Cantar

Después del silencio llega la hora de cantar. Una noche de sueños se rompe con el canto del sol al renacer de cada mirar. Se calla en silencio y se habla cantando. Se camina bailando con el canto del viento. No hay como el canto para expresar cada sentimiento. El silencio sin canto es mejor ignorarlo. La mirada nos vibra con las ondas del verso. El mar no se aquieta con el canto del cielo. Y lo bueno es más bello si se canta de lleno. La duda es más dura cuando la acompaña el silencio. Más feliz es quien puede escuchar el sonido del tiempo. Con cada segundo una sílaba escalada, dando la respuesta a cada momento. Así la vida transcurre mejor. Un cambio de ritmo en momentos alternos, hará que se escape el aburrimiento. Un arruyo bajito y un puñado de besos, lo mejor para justo antes del sueño. Para el final de cada jornada sería bueno entonar una buena tonada. Y cuando los novios caminen hacia el sí, qué mejor si la marcha la entonan cien voces o mil. Para la sorpresa de cada verano el ritual podría ser un cantar junto al lago. Cuando se canta todo anda bien, es cuando mejor se percibe el sabor de la miel. Y si crees que no tengo razón, pues por favor, convénceme con una canción.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Levántate y anda

Todo tiene su denominación de origen, a pesar de que ésta suele ser casual. Pero hay orígenes que no son casuales, hay causas muy bien determinadas que es necesario extirpar. También hay ríos de caprichoso caudal, nunca se sabe adonde llegarán. Lluvia fría caerá sobre quienes quieran quitarle la sal al mar. Y nadie en el cielo podrá evitar que los buenos corazones encuentren su camino sin pasiones. Solo hace falta denominar el origen. Solo se necesita un acto de exorcismo para eliminar el fantasma del supuesto crimen. No hay almas pecadoras, no hay personas culpables de lo que añoras. Yo sé que bien lo sabes. Lo que pasa es que a veces te distraen ciertos pasajes. Pasajes profundos en la historia, que no quieren desprenderse de tu memoria. Venga, adelante, mira al frente y grita presente. Y si vuelves la vista, sin avisar, verás cuanto amor hubo detrás. Conserva tu brillo de niño, y deja que tu ilusión descubra todo el cariño. Verás la luz en tu recodo, encuentra la paz contigo y con todos. Alimenta tu interior, verás nítidamente los jardines de tu amor. Echate al sol y deja que sus rayos sequen tu mar, deja que surja la sal, recupera tu verdadero sabor.

martes, 4 de noviembre de 2008

Cerca del borde

La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta
Rabindranath
Tagore


Pero puede que un día no llegue la primavera. Pues puede ser que cansados de insultar nos dé por masacrar a quien nos ha dado la vida. Ya no hablo de talas, ni de aguas contaminadas, ni de cambios climáticos, esos son simples insultos que por ahora sólo dan al traste con varios intentos de vida. La amenaza de hoy es diferente. La humanidad se acerca a un estado de locura, patalea porque ha llevado demasiado el cántaro a la fuente. Y a alguien hay que echarle la culpa, ya que no hay solución inmediata. Poco a poco se publican medidas que sólo son desesperadas, no resuelven nada. Queda la química, que podría acabar con las semillas, las flores, los frutos y los ojos que vuelvan a ver hermosas primaveras.