viernes, 30 de mayo de 2008

Dijo:

Dijo "Me voy a navegar"
Y aplastó el trasero en una silla,
Y hundió
la nariz en un monitor.

Dijo "Voy a broncearme"
Y se recostó en
un féretro,
Encendido por dentro con tubos violáceos.

Dijo "Me
encanta el aire puro"
Y encargó otra botella de oxígeno.

Dijo
"¿Damos un paseo?"
Y aferró feliz el control remoto.

Dijo "Me
voy a dormir"
Y buscó la caja de Alplax.

Dijo "Me encanta esa
naricita",
Y observaba el catálogo del cirujano plástico.

Dijo
"No soy esclavo, soy libre"
Y miraba el ejército de muñequitos de
colores
Que adornaban su diminuto escritorio de trabajo.

Dijo
"Adoro el viento en la cara"
Y se acercó al acondicionador de
aire.

Dijo "Hola, me alegro de verte!"
Y miraba una entrecortada
imagen
De tres por tres en una pantallita.

Dijo "Nada como el
agua fresca y pura!"
Y corrió a abrirle al repartidor de
bidones.

Dijo "Feliz Navidad"
Y mandó 50 tarjetas
idénticas,
Apretando apenas una tecla.

Dijo "Soy un hombre
nuevo"
Y renovó la tarjeta de crédito.

Dijo "Te quiero”
Y
acariciaba el lateral cromado de un auto.

Dijo “Al fin solos”
Y
controló que el celular estuviera encendido
Y con sus baterías a
pleno.

Dijo “Al fin en libertad!”
Y estaba en sus 45 minutos
para el almuerzo.

Dijo “Ahora empezaré a pensar en mí”
Y el
espejo le devolvió la abatida imagen de un anciano.

Dijo “Mañana
sí, mañana empezaré, mañana terminaré, mañana iré, mañana llamaré, mañana me
disculparé, mañana saldaré esa deuda onerosa, mañana renunciaré, mañana
despegaré, mañana aterrizaré, mañana se lo diré finalmente, mañana se lo
regalaré; si tanto lo quiere, mañana firmaré y que sea lo que Dios quiera.
Mañana me abrazaré definitivamente a esa quimera, mañana terminaré de ser aquel
que nunca fui y empezaré a ser El que siempre soñé; mañana sí, mañana,
mañana...
Y no se despertó nunca más.


Solmilov

viernes, 23 de mayo de 2008

Irradiándote

Para que te acerques a mí irradio ternura. Para que no me oprimas irradio aires de hermosuras. Para que no me olvides te envío rayos de cariño. Y si preguntas porqué solo te enseñaré una parte de mis dudas. Para que descanses el colchón de pétalos, que nada te amenace. También ajustaré la temperatura conjugando al sol con la luna. Y si es preciso llamaré a los duendes para que parezca que siempre es sábado, o se lo inventen. Mediré mi tiempo para que no entorpezca el paso de tus vientos. Si a pesar de todo no te sientes libre, entraré en mi cueva y borraré las huellas. Pero por si acaso, si recapacitas, haré de la casualidad una buena amiga; un encuentro ahora, y otro después, para que no muera el tal vez. Y así me divierto, jugando contigo, en el verano y en el invierno. Quizás me equivoque y finalmente puede que hasta te enojes. No te preocupes, yo lo comprendo, es que mi locura a veces me lleva hasta el enredo. Pero por favor, no me expulses de tu memoria, puede que algún día te haga sentir mi historia. Es que yo sé que en este mundo no se sabe qué es mejor. Muchos que me oyen lo comprenderían. Solo hay que saber un poco de la vida. Mientras tanto, te sigo irradiando...

viernes, 16 de mayo de 2008

Hijo de Gaia

Actualmente marco pasos en el desierto. Bajo el sol repaso pocas memorias, de antiguos griegos que ya quisiéramos su regreso. Titanes que sembraron historias de puro conocimiento. En el desierto un hijo que pudo ser de aquellos.
Como todos desciende del Dios primigenio. Y también proviene de la madre que tantos hijos da, y no los quiere ver ciegos. Desierto de arenas, símbolo de soledad, pero también de esta Tierra. Dunas siniestras que podrían enterrar al hijo que deja huellas.
Sudor y fuerzas para que no enflaquezcan las piernas. No es el mejor, no es el más grande; mas, es todo lo contrario de cobarde. Y sin embargo duda, a veces duda de su carácter.
Y sin embargo canta, canta al desierto, sin mucho alarde. Canta sus sueños y sus andanzas, y a veces hasta la arena lo acompaña en la danza. Mirada mágica que a algunos inquieta, pero a otros hechiza y calma.
Y si lo quiere lo quieren, y si no... pues nada. Ay! Amiguito si tu supieras, si tu supieras cuánto me faltas. Y sin embargo te quiero, tu condena no me da rabia.