lunes, 30 de junio de 2008

Simples cosas

Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amó la vida.


César Isella


Cuando parece que ya nada tiene sentido llegan a la mente lugares y sonidos que hacen recordar. Recuerdos que indican que en algún momento hubo en la mano algo de felicidad. Y que también significan que siempre es posible, siempre es posible salir de donde se está y llegar a donde se quiera llegar. Hay quien nunca deja de amar la vida, pero hay quien se olvida de ella, por el motivo que sea; y lo arrastra cierto río de hojas negras, preso de la impotencia. Por suerte aparecen lugares y sonidos, simples cosas, que ayudan a respirar.

miércoles, 25 de junio de 2008

Muerte al diablo

El diablo quiso decir que necesitaba de las risas de otros para respirar. Esas y otras cosas solo hacen que en vez de perdón merezca el olvido, el diablo, quiero decir. Porque hay quien hace reir sin pretenderlo y hay quien hace llorar porque no soporta ver simplemente respirar, ese es el diablo. Mientras el mundo anda respirando tranquilo se va notando que el diablo se va desesperando. Y va a necesitar un poco de ayuda cuando quizás ya sea demasiado tarde. Se va olvidando del mundo mientras el mundo ignora su olvido. Todo un conjunto de hábitos que van haciendo del camino del diablo el de la destrucción. Cada vez menos espacio para el negro. Cada vez menos motivos para el llanto. Cada vez más luces auténticas. Cada vez menos recuerdos ingratos. A pesar de que a veces la letra gris persiste, van llegando cada día notas de aire fresco. El diablo se va olvidando y se van acercando nuevas caras de buenos intentos. Las marcas del ahogo se borran con el cariño de esos nuevos. El diablo abandona y la felicidad abre pasos de futuro nuevo. Las ganas crecen, desaparece el cansancio. El diablo muere, van viviendo los buenos sentimientos.

jueves, 19 de junio de 2008

Amor eterno

Te amé de tantas maneras y de tantas formas,
De vida en vida, de época
en época,
Siempre...

Mi corazón hechizado,
Hizo una y otra
vez un collar de canciones
Que tomaste como un regalo
Y usaste alrededor
de tu cuello,
A tu modo y de tantas formas,
De vida en vida, de época en
época,
Siempre...

Donde quiera que escucho
Las viejas
historias de amor,
Su antiguo dolor y ese viejo cuento
De estar juntos o
separados,
Me detengo y una y otra vez
Miro al pasado y al final de
todo,
Emerges TÚ,
Revestida con la luz de una estrella
polar,
Traspasando la oscuridad del tiempo,
Y te conviertes en una
imagen
Que recordaré por siempre.

Tú y yo flotamos aquí,
En
la corriente de un corazón lleno de amor
De uno por el otro.
Jugamos al
amor
Al lado de millones de amantes,
Hemos compartido la tímida
dulzura
Del primer encuentro,
Las mismas lágrimas de angustia
En cada
despedida.
El viejo amor,
El que se renueva una y otra
vez,
Siempre...

Hoy, este amor está a tus pies,
encontró su
morada en tí.
Ese amor,
El amor cotidiano de todos los hombres,
El amor
del pasado, el amor de siempre,
El regocijo universal, la pena
universal,
La Vida misma,
La memoria de todos los hombres,
Las
canciones de todos los poetas
Del pasado y de siempre,
Se funden en este
Amor,
Que es el Nuestro.


Rabindranath Tagore

viernes, 6 de junio de 2008

Reglas de juego

I

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas
de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en
mí,
la golondrina transparente de la ternura.


II

El
hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como
un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo
estaré al lado suyo.


III

El amor del hombre que me
ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como
ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El
hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi
pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre
como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi
cuerpo.


V

El hombre que me ame
podrá encontrar en

la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la
amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin
miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser
pájaro.


VI

El hombre que me ame
hará poesía con su
vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el
futuro.


VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre
que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada
de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con
acciones
y dar la vida si es necesario.


VIII

El
hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra
me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el
enemigo.


IX

El amor de mi hombre
no conocerá el
miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del
enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te
quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho
a sentir
el más hermoso y humano de los
sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a
las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento
fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que,
por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta
estatura.


XI

El amor de mi hombre
no querrá
rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser
mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una
nueva victoria.


Gioconda Belli

domingo, 1 de junio de 2008

Amigo

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido
feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el
desaliento. No permitas que
nadie te quite el derecho a expresarte, que
es casi un
deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida
algo
extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías

pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase, nuestra
esencia está
intacta. Somos seres llenos de pasión. La
vida es desierto y oasis. Nos
derriba, nos lastima,
nos enseña, nos convierte en protagonistas de
nuestra
propia historia.

Aunque el viento sople en contra, la
poderosa obra
continúa: Tú puedes aportar una estrofa. No
dejes
nunca de soñar, porque en sueños, el hombre es libre.

No
caigas en el peor de los errores: el silencio. La
mayoría vive en un
silencio espantoso. No te
resignes. Huye. "Emito mis
alaridos por los techos
de este mundo", dice el poeta.

Valora
la belleza de las cosas simples. Se puede
hacer bella poesía sobre
pequeñas cosas, pero no
podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso
transforma la vida en un infierno.

Disfruta del pánico que
te provoca tener la vida por
delante. Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa
que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo
y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte. Las
experiencias de quienes nos
precedieron de nuestros
"poetas muertos", te ayudan a caminar por la
vida. La
sociedad de hoy somos nosotros Los "poetas vivos".
No
permitas que la vida te pase sin que la vivas.


Walt Whitman