lunes, 27 de marzo de 2006

Dulce tarea

Implantaré los más bellos recuerdos. Engendarán alegría. Superará los límites de la felicidad. Será un regalo divino. Te convertiré en angelito. Escribirás el más dulce de los libros. Serás un autor magnífico.
Toda una experiencia. Provocarás una revolución. Lucirás tu gracia por toda la ciudad. Espero que me creas. Te llevaré lejos. Aunque solo sea un juego de mi imaginación. No es posible cambiar las noticias de los periódicos. No es posible provocar algo asombroso. Algo que sorprenda. Algo que mueva los sentimientos. Y me desagrada la idea. La vida entonces seguirá siendo la misma. Todo comenzará y terminará de la misma manera. Dos seres que se unen. Y darán lugar a otro ordinario. Había pensado en crear un icono. Alguien que tuviera poderes sobre todas las cosas. Alguien que alimente y lleve por buen camino a la humanidad. Y así a veces se me ocurren un montón de cosas. Pero eso no puede ser. Otra cosa sería increíble. Ya quisiera yo hacerlo de otra manera. Que existiera ese pedazo de tierra. Pero claro que estoy loco.
Aunque saludable. Ya me gustaría implantar. Sería una dulce tarea.

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