jueves, 12 de enero de 2006

Mil formas

Espero llegar a la mayoría de edad. Con pelos blancos y la cara llena de arrugas. Pero con la mente despierta. Espero seguir siendo cuerdo. Y espero librarme de todo ego. Que el reino de la muerte me encuentre así. Quiero conocer las mil formas que tiene el alma. Quiero entrenarme en una de ellas, la mejor. Si fracaso no importa, pero eso es lo que ahora quiero. Al menos por un instante. Necesito un segundo de precisión. Me pondré en marcha para alcanzar el objetivo. Y poco a poco me iré aproximando. En mi camino me encontraré con cada una de las 999 formas. E iré intuyendo en qué consiste la número mil. Aprenderé la esencia, el problema es lograrlo. Todo por hacer el bien. Para alejarme de proezas. Para acabar en el silencio. Fallaré un millón de veces. Pero mi orgullo no lo sentirá. No. El orgullo lo guardo en una pequeña esfera. Lo llevo a mis espaldas. Es necesario no verlo para poder ser. Y siendo y estando en este mundo terrenal me encuentro con todos y a todos pregunto. A todos observo. Las 999 formas poco a poco se van descubriendo. La número mil se va intuyendo. Y poco a poco me voy destruyendo hasta lograr lo que siempre quise ser.

1 comentario:

el color del cristal dijo...

Puede que no sea la mejor, sino tan sólo aquella que quede al final de tu vida, después de desechar las demás... no será la mejor, pero será la tuya.