viernes, 13 de enero de 2006

La ira

La he sentido, pero no recuerdo cuando fue la última vez. Hoy pudiera sentirla, hoy hubiera estado peleado con el mundo. En cambio, conservo mi serenidad, sigo caminando como si nada hubiera pasado. Ayer pude haber derramado una lágrima, pero no lo hice, más bien sonreí. Estas cosas pasan. Lo mejor es que compruebo que esta vez no me dejé arrastrar por la ira. Podría sentir ira porque la vida no me trata como le estoy pidiendo. Pero la realidad es que la vida me ha dado mucho más de lo que se pudiera esperar, no me puedo enemistar con ella. La vida me ha dado muchas satisfacciones y tres días no van a acabar con eso. Simplemente ha sido un desencuentro. Podría dolerme que lancé unas preguntas que no tuvieron respuesta. Debe ser que el oráculo me da tiempo a que las encuentre por mí mismo. Creo que ha sido el amor el que ha podido con la ira. El amor y la esperanza. Eso es lo positivo, comprobar que al menos por una vez las cosas han sido así y no de otra manera. Sigo mi paseo por la vida esperando otro encuentro, atento. Sigue rodándose y esta vez sin necesidad de claquetas. Ahora me detengo a perdonar, primero a mi y luego por lo que pudiste haberme hecho.

4 comentarios:

el color del cristal dijo...

Mi ira se calma con compasión.
A veces es compasión por el otro, pero las más veces es compasión por mi.
Me entristece ver lo que puedo llegar a ser.

Gaiar dijo...

Cuando he sentido ira, esta se disipa con un poco de esperanza

el color del cristal dijo...

Este post ha sido premonitorio ;)

Gaiar dijo...

Es bueno no tomar en cuenta ciertas cosas, en particular lo que ocurrio no me sorprende. "Conversaciones" lo escribi ese mismo dia antes de irme, me referi a discusiones inutiles.