Confíame diez pesos
que el destino travieso
me coloca bien lejos de aquí.
Mañana es que me muevo
y tomo el tren lechero
a una provincia
nueva para mí.
Un amigo distante,
escritor y comediante,
me pide que le vaya a musicar
la letra de su drama
y aquí voy con buenas ganas de ayudar.
Voy atravesando valles
voy parando en el batey
voy fijando mil detalles
voy camino a Camagüey.
Voy imaginando cantos
voy como prefiero ir
voy a bordo del encanto
voy soñando el porvenir.
Avisa a quien tú sabes
y dile que la llave se la dejo
donde suele estar.
A ver si acaso acude
y se le va la nube
en lo que vuelvo
de mi laborar.
La única amargura
que me llevó a la aventura
es esta majadera incomprensión.
Ve y dile que por eso,
cuando me marché, era un beso
en mi canción.
Silvio Rodríguez
viernes, 22 de septiembre de 2006
Camino a Camagüey
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