Río legal

El río empieza en la montaña y termina en el mar, no cree en leyes dictadas y hechas cumplir por el hombre. El río nace en la cumbre y muere en la profundidad. Deja que en él se reflejen los animales que sacian su sed, los árboles que le dan su sombra desde la orilla, y las nubes que caprichosas viajan en la altura.

El río te ve llorar y sonreír. En el río hace la vida su papel protagónico, respetando su caudal y adaptándose a su cauce.
Los peces lo habitan sin sospechar que quien les da la vida estuvo un día en lo más alto. El río los ama a todos, y a pesar de instantes de turbulencia, ofrece a todos su paz. Se alegra por cada uno que se llega a asomar.
Se llena de dicha mirando como acogen su paz. Y te enseña a vivir entre la montaña y el mar.

Quisiera ser como el río, olvidarme de cumbres, y no temerle a la sal. Quisiera poder avanzar en turbulencias y llegar pronto a la paz. Quisiera reflejarme en tus ojos, ser el espejo de tu caminar. Quisiera ser como el río, feliz, a pesar del mar.