jueves, 9 de noviembre de 2006

La clave

Ya las palabras no son tan necesarias. Al fin se aprende el lenguaje de la mirada. Un universo nuevo se descubre. Comunicación sincera. Verdadero intercambio que impide el arrepentimiento. Se da paso a lo sencillo permitiendo el contacto verdadero.
Reacciones de sonrisas y de lágrimas. Sentimientos cálidos o frígidos. Invitaciones al baile o al silencio. Lugar imposible de razonar en base a cinco o seis axiomas, pero natural.
Llegamos a ese punto y la vida se transforma. Punto de inflexión en esta curva de Jordan en cuatro dimensiones. Pero en un espacio diferente del espectro. Donde no basta el arcoiris. Seres de luz, sombra y oscuridad. Pero todos con el potencial. Es un mensaje fácil y difícil de descifrar. Pero nunca imposible. Nada es imposible. Es un punto necesario en el viaje y suficiente para llegar. Quizás sea necesario un poco de paz. La paz es la princesa de todos los sueños. La paz es la que rige llegadas y partidas a puertos, aeropuertos y estaciones. La paz es la fuerza. La paz es el fin de toda batalla. La paz debería ser todo objetivo. Y entonces es cuando habrá remedio para la ansiedad, la decepción, la enfermedad. La paz es la llave de todos los caminos.

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