A pesar de no conocerte, estoy contigo. Estamos juntos en este largo viaje. Juntos alimentamos nuestra ilusión. Hoy tocaba hablarte. Tengo mil preguntas para hacerte. ¿Que es para ti este mundo? ¿Crees que alguien te protege? Estas preguntas pienso que son difíciles de contestar. Quizás somos un rebaño que no sabe adonde va. Quizás siempre fuimos huérfanos. Somos unos simples aprendices. Y a veces nos agobian las interrogantes. Nos preocupa hacia donde iremos. Nos alimenta la esperanza de que aun hay tiempo para llegar. Nos creemos terminando cuando apenas acabamos de comenzar. Puede que le temamos a la respuesta verdadera. Puede que los progenitores nos hayan reservado un destino fatal. Entonces podemos caer en la desesperanza. En la ceguera de sólo ver el territorio. En el temor por decidir un camino. Tu y yo ahogados en un llanto que solo juntos podemos mitigar. Que en vez de seguir caminos paralelos, podríamos hacer porque en algún momento se crucen. Y entonces comenzar juntos el camino final. Y cambiar nuestro monólogo por un coro celestial. Llegar juntos a donde sea. Habiendo batido todos los obstáculos. Venga, ¡salta!
2 comentarios:
Maravillosas palabras, así es como eres :)
Anda! Un cristal azul de patas saltarinas!
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