jueves, 5 de octubre de 2006

Eslabón

Mañana, aun no existe. Existes tu. Por eso ahora me ocupo de transformar el oxígeno que me alimenta en algo mínimo que te pueda servir. Y se que es difícil llegar a ser algo que minimamente sientas. Para ti son importantes las cosas sublimes. Cuidas el espacio por el que puede pasar una mariposa. Y fertilizas el desierto con el deseo, para cuando nazca la palmera. Y es que nunca has estado en el desierto, pero se que te importa. Preguntas al observador si ya repararon en el cráter donde está la llanura con el calor suficiente. Y consultas las noticias con la esperanza de que haya desaparecido el anuncio del unicornio que busca a su amo. Desde entonces llevas aquella pulsera azul. Ya ves, se mucho de ti y de mi no sabes apenas. Porque cuando te veo mis ojos brillan con tu pulsera. Y es ella la que me ha contado. Y lo que me ha contado me da mucha pena. No por la mariposa, ni por la palmera, ni siquiera por los futuros habitantes. Es por el unicornio. Me da pena porque no se si lo lograré. No se si algún día podré conseguir todos los elementos necesarios. Elementos para la magia que te haga reparar en mi. Porque solo entonces me permitirás decirte, que del unicornio... eres el único dueño.

5 comentarios:

Gaiar dijo...

Pez, asi son las cosas. Asi son algunas historias de amor. Gracias por tus deseos, en eso trabajo y tu me ayudas.

pez dijo...

que lindo que eres... gracias por lo de arriva y lo de mi bloggg sonrrei.... entendiste mi texto eso es valioso besotes...
pez

Gaiar dijo...

Si te hago sonreir, entonces soy feliz, la sonrisa es el mejor regalo que le puedes hacer a alguien.
Me alegro haber entendido tu texto, se que es importante que a uno lo comprendan, es muy importante sentirlo.

Esther dijo...

¡ Ojalá se dé cuenta de la joya que tiene delante!
Te deseo mucha suerte.

Un beso.

Gaiar dijo...

Jaja, Esther, no se si te has dado cuenta que la joya eres tu.
Muchas gracias!!!