viernes, 14 de julio de 2006

¡Vive!

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido
feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No
permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No
abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer
que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase
nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto
y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de
nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra
continúa: Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en
sueños es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La
mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye. "Emito mis alaridos
por los techos de este mundo", dice el poeta. Valora la belleza de las cosas
simples. Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar
en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta
del pánico que te provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin
mediocridad. Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin
miedo. Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos
precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros. Los "poetas vivos". No permitas que la
vida te pase a ti sin que la vivas...
Walt Whitman

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