Finalmente se reunieron para componer su sinfonía. Como todo dibujo infantil debía empezar como la luz clara de la mañana, con un sol a mitad de camino entre el horizonte y el cenit. En el momento propicio entrará un coro cantando la alegría de la vida. Y constará de diferentes movimientos, separados por los silencios que siguen a cada tormenta. Habrá espacio para alabar a cada deidad, serán pequeños momentos en que todos se sientan representados. Y una frase larga dedicada a la paz. Se intercalará un momento en que la percusión tome el protagonismo, recordando las bombas de horrendos pasados. Inmediatamente cantará el niño solista, su voz invocará un canto de esperanza. A su vez las madres secarán su llanto de impotencia soltando sus palomas de libertad. Luego cada grupo de instrumentos entonará lo mejor de su capacidad, aportando lo que puede hacer cada cual. El director dará paso al pianista, que tocará en todas las escalas simbolizando las conquistas de cada intervalo de la verdad. Tendrán representación los principales estilos que han marcado un hito en la historia, desterrando el olvido. Y finalmente todos cantarán, dejando a un lado su instrumento, tomados de las manos, y así hasta el final.
2 comentarios:
Precioso texto, incluído el título. Muy acorde con el epígrafe de tu blog.
Saludo cordial
Gracias Alvaro. Como a ti, me gusta soñar :)
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