lunes, 18 de diciembre de 2006

Otra utopía

Estaba en el lugar adecuado. En el momento preciso en que florecía su juventud. Cuando sintió brotar las alas que lo llevaban al paraíso. Había vivido lo suficiente. Y se acordaba de aquella leyenda de David. Ya los truenos rebotaban en su piel sin causarle daño. Se sentaba en la roca para disfrutar del amanecer. Y sonreía a cuantos se le cruzaban. Intentaba comprender a todos. Se dejaba sorprender con cualquier suceso. Casi todo le servía para sentirse bien. Se daba su tiempo antes de tomar decisiones importantes. Utilizaba su capacidad para intentar hacer el bien. Era pausado en sus movimientos. Cultivaba la paciencia. Admiraba lo bello. Se sentía acompañado por todos. Quería aprender el arte de la creatividad. Era uno de sus mayores retos. Sentía que su espacio era compartido por todos. Intentaba amar a cualquiera. Devolvía flores cuando lo atacaban. Rociaba a los cansados y les limpiaba el sudor. Cantaba para todos. Respetaba a los fundadores. Y hacía magia con el tiempo. Quería llegar a viejo con suficiente tranquilidad. Quería poder dormir tranquilo cuando llegara el crepúsculo. Quería aprender de la vida antes de que le llegara el verdadero cansancio. Quería ser como tu. Quería ser capaz de amarte. Quería conquistarte.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

Hola gaiar.¡Cuanto tiempo sin pasarme por aquí!¡Que bueno es sentirse así! Ojalá todos tomáramos ejemplo e hiciéramos igual que esa persona.

Besos.

Gaiar dijo...

Es una utopia niñita, es un sueño de muchos. Pero cuando el numero de sueños sea suficiente, podria hacerse realidad.
Un abrazo!