Los árboles del parque son felices cuando te acogen en su sombra. En otoño preparan un manto de colores, para ti. En invierno han perdido sus hojas y luego se renuevan en primavera solo para ti. Los árboles se ponen de acuerdo y se abrazan, para que sólo lleguen a ti los rayos del sol necesarios. Los árboles crecen para que tengas el espacio suficiente. Los árboles danzan con la canción que les llega de tu aliento, al compás del viento. Los árboles se detienen en la noche, mirando a la luna y buscándote. La luna les habla de ti, de tu reflejo argentado. Luego se secan el rocío de tu ausencia con los primeros rayos. Siguen al sol, pacientes con tu cénit. Los árboles acogen también a tu abuelo, a mi madre y a su hermano. Y sin que lo sepamos nos proporcionan una cita. Simplemente para estar seguros de que regresamos. Los árboles se regocijan con tu mirada. Y luego se lo cuentan a los pájaros, a las abejas y a la mariposa. Todo esto lo sabe quien los cuida. El descubrió el misterio y disfruta proporcionándolo. Conoce el secreto de quien sembró la semilla, y agradece a quienes decidieron el abono. Fueron un músico y muchos artistas. Fue la lluvia, fue el viento, fue la tierra, y fue el fuego. Fuiste tu, fui yo, fuimos nosotros, fuimos todos...
4 comentarios:
Estamos para servir a las plantas, el día que se harten no sé qué va a ser de nosotros.
(van cuatro post con casi el mismo final...)
:)
A ver princesa, tu crees que yo puedo modificar el final?
Ay chiquitinas! Como me hacen pensar... y sonreír :)
A mi parecer, creo que a este PARQUE DE GAIA le hace falta un buen "jardinero", que cuide de él... lo riegue, lo pode, y lo limpie para que crezca con más fuerza.
un beso
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