domingo, 7 de septiembre de 2008

Caminos de sirenas

¿A donde ir cuando uno se siente solo? Es una pregunta de alguien que está cansado de llegar y de preguntarse: ¿Y yo qué hago aquí? Claro, una persona normal lo primero que piensa es que uno es un inadaptado. Pero no, uno es uno y lo que ocurre es que cuando se es como se es es difícil concordar con cualquier tipo de gente. Acabo de leer una frase que me da pie a escribir esto ahora: "A quien le viene bien cualquier colectivo, significa que no va a ninguna parte". Y yo creo que muchos más de los que nos podemos imaginar están en esa búsqueda, lo que en silencio. Y nosotros, más que ir, lo que queremos es acabar de llegar. Basta ya de seguir caminos donde al final hay una sirena, que cuando sale del mar te muestra unas piernas adornadas con bisutería. Y no es que para mi las baratijas valgan menos que las piedras preciosas, es que la sirena en su canto anunciaba algo diferente. El tonto es uno que se deja engañar, que conoce bien las reglas y persiste en su torpeza de no saberlas llevar a la práctica. Y es que la regla fundamental consiste precisamente en ello: Utiliza baratijas, guarda tus piedras para mejor ocasión.

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