lunes, 30 de abril de 2007

Agua

La lluvia obedece a la culminación de un ciclo que comienza en forma de corriente terrestre, continúa en cálida ebullición y se acumula muy cerca del cielo. Y el ciclo vuelve a comenzar, olvidando, aparentemente, su experiencia.
Uno que oxigena y dos llenos de energía. Dos padres que llevan a un niño de la mano. Un niño muy capaz. Niños que juegan en protectora trinidad. Padres maestros de estructuras colectivas de infinita creatividad.
Fuego que alienta. Calor que abrasa y quema. Hongo de paz mortal. Hongo que pudo engendrar la sabiduría para curar una grave enfermedad. Dos parejas que palidecen al verse. Dos niños que van a la escuela que alimenta.
Fuente de luz. En cuyo centro se encuentra la verdad. Agua azul, como la del mar, como la del cielo. La lluvia cae donde puede caer. La lluvia a veces se provoca cuando las nubes son negras y las asalta una extrema frialdad.
Es que lo acabo de leer: "No llores nunca por alguien que nunca te hará reir". Y el coco no me da para pensar.

2 comentarios:

Esther dijo...

"No llores nunca por alguien que nunca te hará reír" qué razón tiene esa frase.El problema es que cuando uno se enamora pues, ese amor te ciega, actúa como venda en tus ojos y sufrirás y sufrirás, hasta que no te des cuenta de esa gran verdad. Y ¿Cómo se quita esa venda? Pues no lo sé, supongo que uno mismo tiene que tener la fuerza para vencer a esa otra fuerza externa a él y maligna que quiere engullirlo.

Un saludito.

Gaiar dijo...

Pues si, a veces te dejas caer en un abismo de mala entraña, pero siempre hay las posibilidades de un embrujo que dulcifique.

Cuentame de Enya, dime como describe el ciclo del agua, a mi me encanta su magia.