domingo, 30 de noviembre de 2008

Vivir sin vivir

La teoría de la ley del mínimo esfuerzo... Se trata de intentar maximizar la diferencia entre lo que se pudiera ser y lo que eres. Se trata de llegar solamente a las metas que sean imprescindibles. Se trata de llegar a niveles extremos de autoengaño. De hacer oídos sordos a lo que te dice el corazón. Se trata de pasar por la vida como si no se estuviera viviendo. De no darle significado a aquellas pequeñas cosas... Respirando y dejando escapar cada segundo sin llegar a saborear todo lo bueno que abarca un solo golpe de vista. Recordando constantemente lo peor de lo que ya ha pasado. Viviendo y dejándose morir. Cansándose antes de saber qué cantidad de energía requiere conseguir lo que se necesita. Restándole valor a los detalles dignos. Es el morir antes de comenzar el intento. Es el miedo a parir cuando la naturaleza nos ha dotado para ello. Es el no arriesgarse cuando es el momento en que la alternativa sería morirse de hambre. El no aprender lo nuevo conformándose con lo viejo. El no enamorarse por temer al fracaso. El no dar amor porque se sabe que no se recibirá nada a cambio. Agarrarse al momento no es el camino de ser eterno.

1 comentario:

el color del cristal dijo...

Aquí has estado demoledor... la supervivencia a veces pasa por ese angosto y oscuro camino, y hay que vivir, como sea, pero hay que seguir viviendo.

besos