lunes, 30 de junio de 2008

Simples cosas

Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amó la vida.


César Isella


Cuando parece que ya nada tiene sentido llegan a la mente lugares y sonidos que hacen recordar. Recuerdos que indican que en algún momento hubo en la mano algo de felicidad. Y que también significan que siempre es posible, siempre es posible salir de donde se está y llegar a donde se quiera llegar. Hay quien nunca deja de amar la vida, pero hay quien se olvida de ella, por el motivo que sea; y lo arrastra cierto río de hojas negras, preso de la impotencia. Por suerte aparecen lugares y sonidos, simples cosas, que ayudan a respirar.

2 comentarios:

Esther dijo...

Sí, esos recuerdos que te hacen incluso recordar quién eras y que incluso si se escuchan te pueden dar fuerzas para intentar recuperarte a ti mismo.

Saluditos.

flor dijo...

La certeza de estar vivo es para mí el índice más infalible de que uno puede ser feliz.

Vos sabés porque me leíste durante mucho tiempo, yo tiendo a apegarme a los recuerdos, pero ahora estoy convirtiéndolo en un sentido más positivo, en ese del que hablás en el post.

Un abrazo