viernes, 16 de mayo de 2008

Hijo de Gaia

Actualmente marco pasos en el desierto. Bajo el sol repaso pocas memorias, de antiguos griegos que ya quisiéramos su regreso. Titanes que sembraron historias de puro conocimiento. En el desierto un hijo que pudo ser de aquellos.
Como todos desciende del Dios primigenio. Y también proviene de la madre que tantos hijos da, y no los quiere ver ciegos. Desierto de arenas, símbolo de soledad, pero también de esta Tierra. Dunas siniestras que podrían enterrar al hijo que deja huellas.
Sudor y fuerzas para que no enflaquezcan las piernas. No es el mejor, no es el más grande; mas, es todo lo contrario de cobarde. Y sin embargo duda, a veces duda de su carácter.
Y sin embargo canta, canta al desierto, sin mucho alarde. Canta sus sueños y sus andanzas, y a veces hasta la arena lo acompaña en la danza. Mirada mágica que a algunos inquieta, pero a otros hechiza y calma.
Y si lo quiere lo quieren, y si no... pues nada. Ay! Amiguito si tu supieras, si tu supieras cuánto me faltas. Y sin embargo te quiero, tu condena no me da rabia.

No hay comentarios: