miércoles, 6 de febrero de 2008

Mi Dios ha muerto

Ayer desvelé el último misterio de los que me quedaban. Era la última esperanza. Viene del cuento que quise creer cuando veía que todo se venía abajo. Era la historia que daría continuidad a la felicidad cuando toda esperanza estaba perdida. Ayer acaté el fin del misterio con una simple sonrisa. Ya no hay dudas, al menos por ahora, debo aceptar el orden que me ha tocado vivir y si lo quiero cambiar no hay otro remedio que sacar fuerzas en vez de esperar por las mariposas. Hoy pensaba en los que creen en esos cuentos y me preguntaba si serían más afortunados, pues al menos no tienen el sentimiento de tanta desolación, y parece que si, deben ser afortunados. Lo malo es que la fortuna no se en que se convertirá a medida en que pasa el tiempo y ven que sus mariposas no cambian el color de sus alas. A mi me queda la vivencia de mis sueños, que vienen y se van no se sabe movidos por cual fuerza, pero que nunca me traen menos que felicidad. Mientras observo el tiempo pasar y no dejo de sentir compasión por algunos que pasan a la misma velocidad, como si estuvieran detenidos, desaprovechando el instante de ser protagonistas de su propio cambio, en vez de rezar.

2 comentarios:

Brujita dijo...

Tenemos que aceptar que no todos los sueños se cumplen... es más que alguno puede convertirse en pesadilla... el tiempo pasa y un día la mariposa cambbiara el color de sus alas, ser´el día que menos esperes que lo haga.

Un beso

PD:me ha encantado el video

el color del cristal dijo...

En el mismo momento en que mi dios murió, nací yo, espero que también encuentres el camino :)