lunes, 10 de diciembre de 2007

Libros

Nunca escribo mi nombre en los libros que compro hasta después de haberlos leído, porque sólo entonces puedo llamarlos míos.

Carlo Dossi


Y es que tengo tan pocos libros... Toda la vida no me alcanzaría para leer los que quisiera ya haberme leído. En otros tiempos, hace unos años, descendía por ciertas escaleras mecánicas pensando que en unos pocos meses iba a tener que abandonar aquel paraíso de libertad. Pensé que volvería al libro prestado, que iba de mano en mano y que llegaba a mi después de una larga espera. Pues no regresé, el paraíso sigue a mi alcance, lo que si he desperdiciado el tiempo en otras cosas... aunque nunca el tiempo es perdido... Aun puedo hacerlos míos.

4 comentarios:

Brujita dijo...

La lista de los esperan turno en las estanterias de mi casa es largisima. Más larga aun es la lista de los que esperan ser adquiridos... y si a ello sumas mi vicio a las relecturas... tienes el caos total :)

El olor de libro usado, de libro manoseado, utilizado, me encanta, es uno de mis perfume preferidos y es por ello que a veces aun hago uso de ese tipo de libros

Besines

Vicente Torres dijo...

Yo creo que no hay libros imprescindibles y que no importa que no se lea uno, a condición de que sea otro. Pero hay uno, cuyo último título con el que se ha publicado es A sí mismo, que por no haber sido escrito para que lo lea nadie, sino que Marco Aurelio lo hizo para sí mismo, que me parece muy aconsejable.

el color del cristal dijo...

Y en el paraíso de la libertad, las personas leen cada vez menos... un contrasentido.

mayteag1963@gmail.com dijo...

Cada cosa que hacemos tiene un motivo y por eso se hace en su lugar, hora y por quien debe de hacerse.

Algo deberías de aprender en ese tiempo despercidiado. Tiempo tendrás de encontrar la respuesta en uno de esos libros.

Saludos cordiales.