lunes, 23 de julio de 2007

Dios te bendiga

La presencia de Dios en tu vida es una realidad palpable que no se puede cuestionar.

A estas alturas de tu vida, seria una necedad negar lo contrario.

Si tú haces un recuento de todo lo que te ha sucedido hasta el día de hoy, habrás podido ver que todo ha sido parte de un proceso formativo que Dios ha venido haciendo contigo con el propósito de moldear tu carácter y mostrarte muchas cosas que tú no puedes ver a simple vista.

En todo cuanto has andado en tu vida, ha estado Dios; aún en aquellos momentos en los que no lo tomabas en cuenta.

Todos tus acontecimientos fueron permitidos por Él para hacerte entender muchas cosas.

Ahora lo ves todo más claro…

Ahora llegas a entender por qué Dios permitió aquel acontecimiento que te hizo llorar mucho… que te hizo sufrir… que te hizo entrar en aflicción. Y es que la verdad, era necesario para consumir aquello que no servia en tu interior.

Has podido entender que Dios sí está pendiente de todos tus caminos.

Cada paso que das, Él lo conoce…

Dios sabe perfectamente cuáles son los peligros y amenazas que continuamente te acechan y es por eso que te cierra puertas que tú crees convenientes… es por eso que te pone obstáculos en el camino… es por eso que te niega ciertas cosas, porque Él sabe que más adelante esto seria algo en tu contra; además conoce de qué cosas tienes necesidad aún antes que se la pidas, pero permite que te falten durante un tiempo para enseñarte a depender totalmente de Él y esperar en Su tiempo perfecto.

Hoy has comprobado que nada en tu vida se da por suerte o casualidad.

La suerte o la casualidad no existen para aquellos que le hemos entregado el control de nuestras vidas a Dios.

Dios sabe porqué hace las cosas…

Dios sabe cómo hace las cosas…

Dios sabe cuándo hace las cosas...

Jamás le atribuyas a la suerte lo que te acontezca.

Todo está perfectamente medido por Dios, quien permite situaciones que parecen puras casualidades.

José Alfredo Liévano

4 comentarios:

Virginia dijo...

Tanto tiempo!
bonito post... tal vez alguna vez pensé así.
un beso

Gaiar dijo...

Virginia, quizas algo cambie, lo que no puede cambiar es el deseo de que Dios bendiga a todos los seres.

mayteag1963@gmail.com dijo...

Faltó hablar del libre albedrío y del ateísmo. Menos mal que Dios lo piensa todo. Saludos y besos.

mayteag1963@gmail.com dijo...

Te cojo la palabra, Gaiar. Besos.