A veces me sorprendo transitando los múltiples senderos de este hermoso
jardín de claridades, donde cada palabra se me ofrece en total desnudez, como
una amante abandonada al juego de mi boca. Son esferas de luz, tan diminutas en
su hermetismo mágico, que hay que rasgar su iris clausurado para diseccionarlas
y penetrar lo oculto. Es nuestro corazón lo que está en juego, nuestro aliento
quien late en esa llama viva que trasciende. Porque al final, ¿qué somos...?
Verbo en sazón, palabra enamorada
Pedro Javier Martínez
Casi todo lo que pongo aquí que no es mío procede de aportes que se hacen en oasig, esta vez fue Mayte la que nos regaló esta hermosa poesía. Mayte casi siempre me sorprende. Estas cosas alimentan mi sed, en esta vida que a veces es un desierto. La vida es al mismo tiempo un jardín de luz. Aprovechemos, de lo que nos ofrece, lo malo para aprender y lo bueno para disfrutar.
2 comentarios:
Escrito hermoso, gracias Gaiar. La verdad es que en la vida hay múltiples senderos, quizás cada uno tenga su pareja y entre los miembros de la pareja sean antagónicos. La vida puede dar un giro inesperado y sorprendernos de cómo cambia nuestra situación.
Precioso verso.Es cierto,¿Realmente que seremos?Esferas de luz?Somos como el viento?Qué y cómo seremos después de esta vida?Estas son preguntas en las que realmente nadie sabemos las respuestas.Sólo sabemos lo que somos ahora en el presente.Pero,tampoco nadie sabemos el motivo de nuestra existencia.Estamos aquí pero no sabemos por qué.Sólo sabemos que aquí nos ha tocado vivir hasta el fin de nuestros días.
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