Este cuento habla de cambios. De cambios profundos que soñamos con hacer en nuestras vidas pero que por hábitos, costumbres, críticas, temor y algunas otras circunstancias "non gratas", no nos atrevemos a realizar. Preferimos acurrucamos dentro del caparazón de la seguridad y la aceptación aunque éste nos quede pequeño y sintamos que nos está asfixiando, antes que arriesgarnos a recorrer sendas que no conocemos pero que el corazón nos pide situarnos dentro de ellas.
Sin embargo, a veces una vocecita grita muy fuerte dentro de nosotros una y otra vez, hasta que un día nos decidimos a escucharla a pesar de nuestra inseguridad y osamos iniciar un recorrido diferente al que nos han enseñado, porque deseamos empezar a construir el entorno que anhelamos para nosotros.
Así pues, nos ponemos a trabajar con tenacidad en el logro de nuestros sueños una y otra vez. Tropezamos, caemos, nos lastimamos, pero la voluntad nos hace volver a levantarnos, porque nuestros sueños siguen ahí, llamándonos persistentes a su encuentro, y de este modo un día... un día nos despertamos y nos encontramos inmersos en ellos, llenos de alegría y satisfechos al haberlos hecho realidad.
Raquel de Jesús.
12 comentarios:
En muchas ocasiones somos nosotros mismos nuestros peores enemigos, nos quedamos viviendo por inercia sin buscar nuestros sueños...o identifucarlos
El cangrejo éste parece muy poco realista. De suerte que le salieron las alas, sino... batacazo que se mete.
Sí, es cuestión de tener las "Yaves" que abran las puertas del conocimiento.
Tu no tienes esas llaves?
No, porque me engañaron :)Me dijeron que la puerta del conocimiento está abierta -aunque algo escondida- y que todo aquél que quisiera podría pasar el umbral sin necesidad de llaves. Yo creo que el viento la cerró de golpe y sin cerradura... no hay ya quien la abra.
Pues puede que tengas razon. A que tipo de conocimiento te refieres?
Al Conocimiento con mayúsculas. A la Verdad, a la única Verdad que podría redimir a la raza humana. ¿Acaso es un juego de Dios el que tengamos que nacer con un ojo vendado? Sólo podemos ver pequeñas verdades, mi verdad por un lado, la tuya por el otro, la verdad de los otros por separado... ¿Acaso hubiera sido tan difícil nacer ya con el Conocimiento? Entonces sólo haría falta caminar por senderos de paz y armonía. ¿No le gusta eso acaso a los dioses? Malditos dioses.
Claro que lo merece, estimado Gaiar. ¿Por qué no habría de merecer el hombre un eterno paraíso? ¿Quién decretó cuándo y cómo el hombre debía conocer el camino oscuro para poder llegar a apreciar el lado de Luz? ¿Quién se otorgó el cargo de hacernos sufrir para alcanzar el Conocimiento de la Verdad? Quien no conoce el dolor, no apreciará la dicha de sentirse sano en todos los conceptos.
Bonita premisa.
Odio el sufrimiento, el dolor, la oscuridad, la ofuscación del ser humano. Merecíamos un mundo mejor, ya lo creo.
Yo tambien odio muchas cosas. Pero no crees que es el hombre el responsable del sufrimiento? Yo creo que un mundo mejor podriamos tener de haber seguido otros caminos.
La verdad es que me refería a cualquier tipo de sufrimiento y dolor ya sea de tipo fisiológico o psíquico-emocional. Me ha preocupado un poco tu comentario, en el sentido de que tal vez estés refiriéndote a algo que te ocurre aunque has conseguido que no te afecte en la vida diaria. En cualquier caso, te deseo lo mejor.
(nota:creo que no están saliendo mis comentarios, incluso después de esperar el tiempo prudencial por lo de la moderación)
(soy mujer)Siento lo de tu madre, Gaiar, lo siento de veras se trate de la enfermedad que se trate, cualquier tipo de enfermedad es ya de por sí una marca para la continuación normal de una vida. Sigo tu blog desde hace tiempo aunque nunca antes haya puesto comentarios, sin embargo, no recuerdo haber leído nada sobre ello; tengo problemas con la concentración y la memora, quizás sea por eso.
Mis mejores deseos para los dos.
Gracias Justiciaindivina, me llegan tus sentimientos y eso es una razon mas para querer seguir adelante.
Publicar un comentario