Abrumador el cúmulo de emociones. Primeramente era el pensamiento de que ya tanto me he dado que era difícil que esta vez me volviera a doler. Pero parece estar escrito. Digo yo que hasta un día, porque no creo haber hecho nada como para estar condenado. Iba solo por la calle ensimismado en mis pensamientos cuando escuché el "Together we will go our way, together we will leave some day", era la manifestación. Y me vi en la necesidad de hacer un recuento, las lágrimas a punto de salir cuando me daba cuenta de que era la primera vez que salía a la calle en un día como hoy. La bandera con los colores del arcoiris ondeaba orgullosa sin que nadie se atreviera a pisotearla. Y me di cuenta de que hoy es un día cualquiera, en que para mi unas puertas se cierran pero otras permanecen abiertas, como siempre. No obstante la emoción me desbordaba por momentos, es difícil dominarse cuando unos tambores repican en tu pecho. Es difícil dominarse cuando ves enarbolar la bandera de tu país en ese mar de humanidades. País que abandoné principalmente porque no se aceptaba algo tan aferrado a mi ser. País donde perdí las plumas que no creo que vuelva a recuperar. A pesar de todo, seguiré volando.
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