Cuando pienses que todo está perdido, piensa en el obstáculo, ése que has
tenido que superar más de una vez, y que sin embargo, te tiene en pie otra vez.
No creas que está allí por necedad, recuerda las veces que te ayudó a entender
que solo no puedes hacer nada más que lastimarte llenarte de rabia y creer que
en ti están todas las respuestas. Ese obstáculo que tantas veces te impacientó
te hizo detener para que pienses antes de actuar, para que te empeñes en
superarlo y no te rindas. Y si te inquieta saber porqué está allí, mira en tu
interior, descúbrelo una y otra vez y reconoce que tal vez, sea tu imagen la que
se refleja en el. Simplemente para que recordemos que ante las dificultades se
necesita valor y entereza y una fuerza de voluntad infranqueable que no nos haga
rendir nunca a pesar de la derrota
Florencia Frede
jueves, 20 de julio de 2006
El obstáculo
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