Tu risa mágica, lo juro,
Golpea mi corazón, inquieta mi pecho,
Mi voz, cuando te veo de repente cerca,
Rehúsa salir.
Mi lengua se desintegra y un fuego delicado
Corre por mi carne; no veo cosa alguna
Con mis ojos, y todo lo que escucho en los oídos
Es un zumbido
El sudor me corre por el cuerpo, un estremecimiento
Se apodera de mí, y pálida como
La hiera moribunda, pienso que estoy cerca
De morir
Safo
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