A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre
las lágrimas, y entonces hay que saberse decidir por las más hermosas.
Maurice Maeterlinck
Ya en otra ocasión escribí inspirado en esa frase. En aquel momento estaba cabreado con el mundo. Ahora vuelve a colación en un momento mucho mejor. He dado un paseo y Madrid refulgía con un sol que hacía brillar el pavimento. Las cosas van cambiando y va teniendo un espacio mayor en mi corazón la esperanza. Debe ser porque veo que la reina va recobrando su salud. Porque hay alguien que me toca a la puerta día a día. Porque yo mismo estoy viendo los frutos de un pequeño esfuerzo. Sin embargo, aun hay cosas que me faltan. Pero no las hecho de menos. Llegarán en su día. Es cierto, a veces no nos dan a escoger, pero hay que saber mirar y buscar, quizás en el mismo interior. Ya voy aprendiendo.