Los arrogantes compiten con los arrogantes; los mediocres se alían porque
solos están perdidos. Los arrogantes sólo ven mediocres y los mediocres
sólo ven arrogantes.
Esto lo he leído por ahí. Y ahora lucho con mi propio ser porque sé que va en contra de algo que me repito día a día: Buscar siempre lo bueno en las personas. Pero es que con estas cosas no puedo, no soporto ni la arrogancia ni la mediocridad. Por suerte el mundo está lleno de muchas cosas. Si descubriera una isla en que no haya ninguna de las dos cosas quizás no me animaría a ir, pues sabe dios que otras cosas habrá. Mira, ahora viene lo de los oráculos, allí si me iría a vivir, a un sitio lleno de oráculos. Una vez creí haberlo encontrado, y como siempre, me equivoqué, allí debe haber oráculos, pero están escondidos, no vayan a ser aplastados por los arrogantes, los mediocres y quien sabe cuantos más.
1 comentario:
Hay que aprender a convivir con quien no se quiere, porque con quien se quiere no es convivencia, es placer, y no se aprende, se disfruta.
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