Perdónaselo todo a quien nada se perdona a sí mismo.
Confucio
Había empezado a escribir y me di cuenta de repente que no había entendido bien la frase. Ahora sí la comprendo y pienso en la importancia que tiene ser generoso con uno mismo y perdonarse todos los errores. Por ello creo que Confucio tiene razón. La persona que no se perdona nada y vive esclavo de sus propios errores no se merece otra cosa que nuestro perdón. Es lo mínimo que podemos hacer por alguien que vive con esa cruz. Lo se porque tardé mucho tiempo sin perdonarme ciertas cosas hasta que comprendí la necesidad de saberme humano, imperfecto. Aun me queda algo de aquella actitud, pues a veces tardo en recobrar la tranquilidad cuando me descubro alguna torpeza. Pero sin dudas mucho he avanzado. Ha sido necesario para vivir con la conciencia tranquila.
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