Dolor, golpe, lluvia, piedra, secuela, espina, rotura, gemido, un poco de todo. Impide el perdón, anima el odio, es un poco de veneno. Es el resentimiento que nubla nuestro corazón. Está en la raíz, y debemos detectarlo a tiempo, y limpiarlo.
Es la cerradura de algunas puertas que debemos tener abiertas, la persiana que no nos deja ver afuera, el peso que impide que vueles. Hay que ser libres, tenemos que ser felices, hay que merecer el perdón, es la forma de salvarnos.
Hay que despedirse del resentimiento que tenemos dentro, que tanto daño nos hace, debemos abrir las puertas y oír la música.
Hace poco algo así me pasó, y aunque poco a poco se fue calmando necesité un par de mensajes para acabarme de librar. Dos mensajes, uno de cada persona que me hicieron reflexionar, darme cuenta de que me creía libre cuando en realidad algo quedaba. Gracias a ellos pude entender que algo tenía que superar, y en eso estoy, liberándome aún mas de cargas pesadas, cargas que impiden vivir, que me impiden escuchar la música.
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