¿Para que sirve tener un alto cociente intelectual? ¿De que sirve ser diferente a la mayoría? ¿Qué cree un superdotado de sí mismo? Simplemente son dos de cada cien. Son diferentes del resto. Al menos yo hubiera preferido tener los ojos azules, no por mí, sino por lo que veo en algunos. Porque algunos parecen creerse que son poseedores de la verdad. Ayer estuve enfrascado en una discusión prácticamente intrascendente. A cada renglón mío seguía un análisis de mi personalidad. Gratuitamente, sin haberlo pedido. Y es que yo pienso que a través de lo que se escribe no se pueden sacar conclusiones tan importantes sobre una personalidad. Pero bueno, quien lo hacía parecía convencido de lo que estaba diciendo. Lo curioso es que mi personalidad no era el objeto de la discusión y si un hecho que sólo me dediqué a narrar y a decir lo que pienso del mismo. Como estoy en una etapa en que tengo cosas más importantes que hacer y en las que pensar, resté importancia al asunto y me dediqué a dar respuestas un tanto incoherentes. Me libré de esa manera del análisis, pero me queda un mal sabor de boca. La constatación de la existencia de seres que se creen poseedores de la verdad.
3 comentarios:
Es verdad, a través de las palabras del otro es imposible llegar a saber su verdadera personalidad. De lo que veo, yo no me creo la mitad, de lo que escucho, ni la cuarta parte, de lo que me dicen, ni una milésima, y de lo que intuyo... ni una chispita.
Buen blog.
Suele ocurrir que quien pretende analizar al prójimo lo que hace es retratarse a sí mismo.
Pues a mi me parecía sólo un gilipollas más.
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