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domingo, 28 de marzo de 2010

Recuento

Vuelvo a parar en mi camino para mirar y darme cuenta del punto en que me encuentro. Sin dudas hay una buena distancia del comienzo. Suficiente para saber que hay límites, que no todo es alcanzable. Que se parte siempre con las manos vacías y luego vamos encontrando los clavos y martillos que sirven para formar las tablas del camino. Que a veces hay clavos, pero no martillos, y otras no hay tabla que poner, los pasos hay que darlos en el frío, sobre piedras, adonde diga el viento y hasta que deje de llover. Creo que aun hay tiempo en mi camino, y es lo más importante, saber que siempre hay tiempo. Y valoro al alza cada pizca de él. Veo que es saludable limitar las riendas a antiguas pesadillas, si acaso cortarlas y dejarlas escapar de una vez para siempre, pero no dejar que guíen el contenido de lo que se ve. Cada día se reafirma la idea de limitar las frecuencias, obviar sinceramente las hirientes y ruidosas, agradecer las que llegan desde una fuente que ha probado con suficiencia su validez. Y quizás lo más importante, la maquinaria que guía merece confianza, es fuerte, precisa y está suficientemente preparada para aprovechar a su favor lo que ofrece el gran mecanismo de relojería, solo tiene que optimizar el uso de la energía.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Otra vez el espíritu de Gaia

El narrador se sienta cada día a escribir unas líneas en su cuento. Lo hacía sin saber si finalmente haría una gran obra o si simplemente su escrito quedaría guardado sin que nadie lo leyera. Su cuento se basaba en muchas cosas que había aprendido durante su vida.
Precisamente la duda sobre el futuro de su obra tenía que ver con la inseguridad sobre si lo que había aprendido le servirían a otros o no. Somos tan diferentes en este universo, que es muy difícil de medir el impacto que tiene en los demás cada palabra.
A veces el silencio es el mas sabio de los mensajes. Pero cuantas personas que han sido grandes maestros hubieran pasado desapercibidas si no hubiera quedado constancia de su pensamiento? Creo que cada cual interpreta de alguna manera lo que dijeron estas personas.
Pero lo más curioso de todo es que casi todos los grandes sabios coinciden en sus planteamientos. Habiendo vivido en diferentes épocas, en diferentes sitios, sin saber unos de otros de su existencia. A esto se le ha dado en llamar sabiduría perenne. Un descubrimiento que hice hace muy poco y me llenó de felicidad. Para mi es una de las tantas manifestaciones del espíritu de Gaia. Dejemos que este espíritu ilumine a nuestro narrador.