
jueves, 29 de noviembre de 2007
Suicidio abanderado

miércoles, 7 de noviembre de 2007
Quizás

Lo abrumaba su soledad. Sonreía con desgano. Pero intentaba regalarla. Intentaba compartir. Buscando siempre una señal. Mirando alrededor por si en algún rincón aparecía la voz que lo sacara de su martirio.
Su futuro en las nubes. Como una puerta a medio cerrar. Lo veía allá, lejos y gris, y temía que un día lloviera para nunca escampar. Por eso también sonreía al cielo. Aparentando ser feliz. Como diciéndole: No, no lluevas, necesito tiempo.
Pero el sabía que nada se puede hacer cuando el cielo decide. Y es el cielo quien determina cómo y cuánto se llueve. No obstante le regalaba su sonrisa. Pensando que a pesar de su pecera él podía gobernar. Quizás tenga razón. Quizás el cielo le de tiempo a levantar.
Nunca se sabe... quizás, quizás, quizás.
Su futuro en las nubes. Como una puerta a medio cerrar. Lo veía allá, lejos y gris, y temía que un día lloviera para nunca escampar. Por eso también sonreía al cielo. Aparentando ser feliz. Como diciéndole: No, no lluevas, necesito tiempo.
Pero el sabía que nada se puede hacer cuando el cielo decide. Y es el cielo quien determina cómo y cuánto se llueve. No obstante le regalaba su sonrisa. Pensando que a pesar de su pecera él podía gobernar. Quizás tenga razón. Quizás el cielo le de tiempo a levantar.
Nunca se sabe... quizás, quizás, quizás.
jueves, 1 de noviembre de 2007
Almas

Suscribirse a:
Entradas (Atom)